HOY, 04/02/2010
En este momento no me encuentro eufórica, más bien lo contrario. Tengo que decidir que parte de mis tareas cotidianas, del trabajo que hasta ahora he realizado, se quedará sin hacer durante un periodo de tiempo indefinido.
La crisis ha llegado a Menores; no somos un servicio básico como sanidad o educación y debemos atender lo que nos importa y hace que cobremos nuestra nómina mensual, los niños y jóvenes que, por su estrella, entran en nuestro Sistema de Protección.
Me cuesta tanto como decidir algo que debiera dejar de dar a uno de mis hijos y a los amigos de mis hijos: mis hijos son, aquí, mi trabajo y los amigos de mis hijos son mis compañeros, mis colaboradores informales, mis amigos de otras instituciones, de otros servicios, de otros lugares geográficos.